“No me pesa, es mi hermano.”

Hermoso y conmovedor título para este artículo de Antonio Ferrandis, sobre la relación entre los hermanos en el sistema de protección, recién publicado en el blog de Renovando desde dentro.

La entrada de un niño en el sistema de protección altera todas sus relaciones familiares, tanto las que le son perjudiciales como las que para él eran objetivamente valiosas. Antonio revisa estas situaciones, alertando de que determinadas intervenciones de protección pueden malograr un elemento de protección de primer orden: la relación entre hermanos.

Con todos los matices considerados por Antonio, entre los que cita aquellos que no nos pueden llevar a la idealización de la fratria, yo sigo pensando que los hermanos tienen un valor incalculable que se demuestra, más si cabe, en los momentos de dificultad.

Aunque la vida o nuestra forma de ser individual nos haya alejado e, incluso, enfrentado, en el fondo queda el recuerdo compartido de la infancia, de su historia y de los sentimientos y emociones a ella asociados. Esta impronta, nos puede llevar a apartar rencores y desavenencias, y a dar una respuesta a la altura de la misma ante una adversidad que afecte a uno de nuestros hermanos. Se trataría, por tanto, de un factor segurizante que se mantiene a lo largo de toda la vida.

Por otra parte, las amistades forjadas durante la infancia puede alcanzar la categoría de hermano/a en determinadas circunstancias. A los jóvenes uruguayos que sobrevivieron en aquel accidente aéreo, no sólo les ayudó su excelente preparación física y su formación académica. Tenían una edad parecida, vivían en el mismo barrio, habían ido al mismo colegio y eran integrantes de un mismo equipo de rugby. Eran casi hermanos. De algún modo, lograron sobrevivir todos, incluso los que fallecieron. Aunque he visto la película “La sociedad de la nieve”, recomiendo mucho más el documental “Náufragos de los Andes” (se puede ver en rtve play) en el que intervienen los supervivientes, treinta años después, para entender el papel fundamental que tuvo la fraternidad forjada previamente entre ellos.

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Un pensament sobre ““No me pesa, es mi hermano.”

  1. Gràcies, Laura, per compartir l’article. Tema cabdal, molt poc tractat en la literatura sobre protecció, i sovint molt poc considerat en algunes decisions tècnico/administratives. Ferrandis ja ha escrit sobre temes importants, cal tenir-lo present.

    M’atreveixo a recomanar: CHAPON Nathalie, « Les relations fraternelles chez les enfants en famille d’accueil », Dialogue, 2019/1 (n° 223), p. 171-190. DOI : 10.3917/dia.223.0171. URL : https://www.cairn.info/revue-dialogue-2019-1-page-171.htm

    Salutacions.

    Jordi RT

    M'agrada

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