¿Sabes en lo qué pienso?

Salimos de este periodo festivo en el que los niños, especialmente los más pequeños, los que todavía creen que los Reyes Magos son de verdad, vaya!, han sido uno de los principales focos de atención, determinantes de las actividades llevadas a cabo, destinatarios de nuestros regalos ,objetivo de nuestros móviles para captar, decimos, la ilusión en sus ojos.

Javier Romeu, psicólogo y familia de acogida, en un artículo publicado recientemente en el blog de Renovando desde dentro se pregunta si las personas que tratamos con niños, en cualquiera de sus ámbitos, sabemos como averiguar el mundo que hay detrás de estas caritas de ángel, su mundo mental: sus ilusiones, sus deseos, sus proyectos, sus intereses, sus prioridades, sus preocupaciones, sus miedos, sus percepciones, sus representaciones.., para poder llegar a dar una respuesta adecuada a sus necesidades a corto, a medio y a largo plazo.

O si, por el contrario, les preguntamos, les escuchamos o directamente pensamos por ellos, para acomodarlos a nuestros intereses.

Esta diferencia es de especial relevancia en los niños que entran en el sistema de protección. Hasta hace poco, sólo se reconocía a los mayores de doce años (adolescentes) el derecho a ser escuchados y tenidos en cuenta. Afortunadamente, se va reconociendo este derecho para todos los niños, sea cual sea su edad y su grado de madurez, pero ¿cómo se les escucha?

Entresaco este fragmento del artículo de Romeu para invitaros a leer este interesante artículo, basado en sus experiencias personales.

“-Yo soy como una pelota. Primero con mis padres; luego con una familia acogedora; luego en este centro y ahora me decís que me voy a otro. Y me debe pasar algo… porque ya no lloro cuando me voy a otro sitio. Y además no entiendo por qué no puedo vivir con mis abuelos.

Quizá la sorpresa que me causó oír a Quique vino porque yo no estaba escuchando realmente al niño. Me senté delante de él para sustanciar un trámite administrativo y me encontré con una historia de vida. Y sentí asombro por su lucidez.”

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